jueves, 10 de mayo de 2012

Yo participo, Tu participas, Él participa...



Daniel Innerarity Versus Antony Gutierrez


   Quizá las posturas de Daniel Innerarity y Antony Gutierrez sobre la democracia en la cultura y en la red son demasiado antagónicas, cada una con sus argumentos y sus razones, eso sí. Pero demos la oportunidad a otras posturas intermedias, realistas, que sopesen los pros y los contras, y valoren y reconozcan  lo bueno y lo malo de este reciente conglomerado virtual y sus posibilidades, y que nos haga disponernos en uso y expectativas de las herramientas digitales de modo individual y colectivo. 

  Internet ha hecho posible nuevas formas de participación ciudadana, y ha transformado algunos tipos de relaciones. El acceso al conocimiento es más fácil en algunas esferas, y la cultura digital ha recreado una nueva escala de valores. Yo me quedaría con alguna opinión a capricho de cada autor, para crear una postura propia. 

   Lo que no se desde donde puedo ver, tal y como lanza a cuestionar el primer texto de Daniel Innerarity, es si las redes desequilibran la autoridad de las élites, pues las élites siguen teniendo el poder de las decisiones, aunque ahora con las redes sociales y el periodismo alternativo  podamos hacer que las opiniones circulen más libremente y lleguen más lejos por la web. Pero esa distancia virtual que recorren las opiniones, no tiene porque ejercer una influencia directa en las decisiones de las altas esferas del poder, ¿alguien dijo que así sería? ¿Es a eso a lo que se refieren desde el ámbito de la filosofía con que no se están cumpliendo las ilusiones de la democratización?.
Si, debemos examinar las promesas del Ciberperiodismo,  y quizá sí se exageraron sus posibilidades, pero ¿no se soñó también demaseado?
Por otro lado, me sitúo a favor de un argumento de Daniel:  señalar que la existencia de Internet no significa que seamos más libres, o que haya una democracia de mayor calidad. Internet es una herramienta, que no tiene influencia directa en las instituciones. 

 Si nos vamos al otro punto de vista,  a la teoría de Antony Guitiererz, nos quedamos con otros aciertos varios. En primer lugar, es cierto que la tecnología digital crea una nueva escala de valores,
También,  cuando te relaciones en la web, ya sea con amigos, relaciones institucionales, incluso laborales, nace un nuevo lenguaje, que tenemos que aprender a descrifrar y a usar .
Internet no significa una utopía democrática, aunque generase ilusiones, no significa que seamos más libres. Internet es una herramienta, que hay que saber manejar. La cultura y la información  no siempre tiene un acceso fácil, nadie nos lo trae a casa o en la página web que abrimos, también hay que buscarla. Como dice el primer texto, el acceso a los instrumentos democratización no equivale a la democratización de la sociedad, es simplemente, que se facilita a los individuos el acceso y uso de las herramientas.

  Por otro lado, en el segundo artículo se menciona una opinión de Manuel Castells que merece una pequeña reflexión:

  “El sentido utópico de una democracia directa en red no es una tontería., tiene una capacidad transformadora que hay que valorar con seriedad. Todos los grandes movimientos sociales empiezan por una tontería. La fuerza del movimiento está ahí”.

  Esta referencia que hace Manuel Castells es cierta, y genera cierta ilusión de cambio social. Un cambio que es posible, pero que es lento. 

  Finalmente, he de  decir que me deja mejor sabor de boca el segundo artículo, porque en su párrafo final proyecta la idea de cierta esperanza, proponiendo hacer, y que se cree  desde cada uno y cada ciudadano, que  las ilusiones que genera Internet, se conviertan en alternativas, y estas a su vez, en retos. Esta es la intensidad con la que hay que aprender a mirar los “brotes” y las posibilidades de cambio que se dan en las sociedades, desde y para las personas, desde los artículos de opinión hasta nuestras conclusiones al leerlos. 


Landa Layasi

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